domingo, 21 de abril de 2013

Pruebas del asesino...


En una mansión de Londres, mientras la señora de la casa se dirigía a acostarse le pasó lo inesperado, una persona desconocida llevaba a su hija amordazada, la madre se dio cuenta y los secuestradores no tuvieron otra opción que matarla.
A la mañana siguiente llegaron los trabajadores de la mansión, la sirvienta acudió al cuarto y se encontró con el cuerpo sin vida de la señora Leonor, rápidamente se comunicó con su jefe... Era hora de ponerse a trabajar. 
Todos los trabajadores se prepararon para regresar a su trabajo... Después de unos minutos, un papel cayó del ventilador. Nos indicaba una dirección que llevaba a un colegio de Texas. Allí encontraron una llave de un hotel en el que todo era aparentemente normal. Los chic@s empezaron a investigar por la habitación cuando al abrir el armario encontraron la chaqueta de la hija de Leonor, Julieta. En el bolsillo superior de la chaqueta, encontraron un papel que les indicaba un nuevo destino, esta vez era a un colegio de Macedonia. Lo extraño era que no había encontrado llave como la vez anterior. 
Se dirigieron hacia allí en una avioneta privada para casos de ese tipo. Cuando llegaron a su entraron en el colegio que estaba muy sucio... Entre la basura encontraron otro papel, ahora los enviaban a un pueblo de Macedonia. Después de una hora llegaron allí. 
Antes de que pudieran investigar les amenazaron, decían que si tenían armas o compañía de la policía no volverían a ver a Julieta. Ellos no tenían nada ni traían a nadie. Aquel muchacho que les amenazó, les acompañó hasta Julieta. Estaba en un cuarto con su padre, ellos se quedaron confusos... no entendían nada. 
En ese momento Julieta se despertó, todo había sido un sueño, nada era real... Julieta estaba en el hospital, al lado estaba su madre... se quedó muy sorprendida al ver que todo era un sueño. Se levantó y le dio un fuerte abrazo. Su padre estaba de viaje en las Islas Baleares, Julieta confusa le preguntó a su madre qué había pasado. Leonor le explicó que habían tenido un accidente de coche y que le habían anestesiado para el dolor provocando así que se durmiera. 
Después de dos semanas en el hospital, volvió a casa. Julieta le explicó que sueño extraño había tenido... Leonor la abrazó y se alegró de tenerla al fin en casa. 

FIN

Raquel G. Erika y Raquel A.

Los detectives de asesinatos


Una noche lluviosa de noviembre, el señor alcalde se preparaba para irse a la cama cuando, de pronto, escuchó un ruido muy fuerte que provenía del salón. Él, muy asustado, intentó llegar al teléfono que tenía sobre la mesilla. Pero no le dio tiempo, y un fuerte disparo se escuchó en toda la manzana.
A la mañana siguiente llegó la policía y “Los Detectives de Asesinatos”. El arma homicida estaba sobre la alfombra, al lado del cuerpo sin vida del alcalde, cubierta con gran cantidad de sangre. Se encontraron unas huellas dactilares que estaban muy borrosas.
En enero ya identificaron las huellas del asesino, pertenecían a un mafioso del clan “Los asesinos”. Aquella misma tarde, los detectives se dieron cuenta de que el asesino se fue en avión a América; y rápidamente, llamaron al departamento de detectives que tienen en ese país. Después de esa llamada cogieron las maletas y se fueron al aeropuerto tras el asesino ya identificado y localizado.
Cuando llegaron a la agencia, le dijeron que habían encontrado al objetivo, pero se les había escapado. Por suerte, previamente se las habían apañado para ponerle un localizador.
A los diez minutos aproximadamente, miraron el radar, y el sospechoso se dirigía, otra vez, al aeropuerto ( esta vez a Francia ).
Cuando llegaron, lo encontraron al instante en una estación de gasolina, pero volvió a escapárseles. A los dos días, fueron a Marruecos y por fin lo cogieron, estaba junto a un bar muy famoso en todo el mundo por ser de cinco tenedores.
Ya en España lo llevaron a su agencia y le acusaron de muchos cargos, entre otros asesinato y conspiración.

FIN

Sergio, D.P. y Jia Hao

jueves, 18 de abril de 2013

El mosquito asesino



Érase una vez un mosquito que vivía en una isla llamada “Isla de los muertos” porque todas aquellas personas que habitaban a esa isla acababan muertas. En el año 1870 viajaron diez científicos para investigar la zona pero acabaron muertos.
Un día unos soldados fueron a buscar a sus aliados, aquellos hombres que fueron llevaban armas y estaban preparados para cualquier cosa. Se dirigieron a una cueva para acampar y encontraron unos esqueletos de una pequeña familia que había vivido allí. Al lado de la cueva había una casa de madera,y entraron para investigar cualquier pista. Después volvieron a su base militar y le dijeron a su teniente que había una casa de madera.
Al día siguiente fueron a la isla con más soldados, allí se encontraron con un nido de mosquitos, cogieron un ejemplar y lo investigaron en la casa de madera. Pusieron el mosquito en un frasco y lo metieron en la maquina investigadora. En él había una especie de veneno, de ese modo resolvieron todos los asesinatos, entonces mataron a todos los mosquitos que había en aquella isla.

Fin

Juan Ramón y José David.

miércoles, 17 de abril de 2013

Extraños accidentes


Érase una vez un hombre que fue a la selva en busca de su amiga desaparecida con sus dos hermanos.
La amiga se llamada Estrella, la buscaban para poder encontrar la poción mágica para que la selva estuviese limpia. Había tres caminos para entrar al centro de la selva. Por el primero fue Lucas, por el segundo Alex y por el tercero Carlos.
Lucas encontró el camino, Alex y Carlos dieron la vuelta y fueron al de Lucas. Luego, a mitad de camino, se encontraron dos senderos. Dos de los hermanos fueron por uno de los senderos y de tanto hablar y hablar se perdieron. Había un asesino con un hacha muy grande por allí cerca.
Los dos hermanos intentaron localizar a Lucas con el teléfono, para poder escapar pero no había cobertura y pegaban voces a gritos. Lucas, muy extrañado dio la vuelta, los encontró y mató al asesino.
No pudieron encontrar a la amiga. Muy tristes y con mucha pena pasaron dos meses y de la amiga no había señales de vida, creían que algun animal salvaje se la habría comido, salieron de la selva y se la encontraron en la carretera. Con mucha tristeza vieron a su amiga estrellada sobre un árbol. Por suerte, en la cabaña que había en la selva, había un botiquín y la pudieran salvar del extraño accidente. Al final de esta historia pudieron hacer la poción y la selva volvió a estar limpia.

              Fin

Sara, Boutina y Teresa.